¿Las fiestas decembrinas te dejaron exceso de grasa y sobrepeso que quieres eliminar lo antes posible? Antes de tomar cualquier decisión, es importante llevar una dieta o “modo de vida” correcto, tratando de evitar aquellas tendencias que tienen como meta lograr una disminución de peso rápido sin garantizar que sea en forma saludable. La mayoría se basan en una disminución excesiva de energía (kilocalorías) y nutrimentos que a largo plazo pueden presentar deficiencias nutrimentales.

En definitiva, una dieta o producto abanderado por alguna figura pública no significa que brinde resultados verdaderos y/o positivos a nuestro cuerpo. Al no tomarse el tiempo para investigar la efectividad, la veracidad o la seguridad de una dieta o producto repercutirá en nuestra salud, manifestándose en diversos síntomas como debilidad, agotamiento o malestar, amén de otros que podrían ser más severos.

Recordemos que las “dietas” que se concentran en un grupo de alimentos o restringen del todo alguno, así como las que se basan en el consumo de un sólo alimento están dejando de lado una importante cantidad de vitaminas y minerales, al mismo tiempo que al proveer una cantidad mínima de calorías, promoverán una disminución en el metabolismo de las personas, por lo que una vez finalizado el régimen se tiene el riesgo de recuperar el peso perdido rápidamente e incluso ganar más del que originalmente se tenía.

Un ejemplo del grupo de dietas que no se consideran saludables y que prometen efectos “milagro”son:

• La “dieta de la piña” (consiste en comer piña en las tres comidas, acompañada de una porción pequeña de otros alimentos, que no garantizan un equilibrio nutricional).
• La “dieta de la sopa de col”(es una dieta de siete a 15 días en la cual la comida base será una sopa de col, acompañada de una ración pequeña de alimentos que varía de acuerdo al día en el que te encuentres).
• La “dieta de la limonada” (consiste en consumir una mezcla de jugo de limones frescos, sirope de arce y pimienta de cayena, durante 8-10 vasos por día sin consumo de alimentos sólidos).

Recuerda que todo este tipo de prácticas atentan contra tu salud y sólo consiguen un beneficio a corto plazo, es decir, están basadas únicamente en el aspecto estético e inmediato. En muchas ocasiones estas

“Enseñando Salud de por Vida”

Apliquemos el viejo refrán de “si las cosas que valen la pena se hicieran tan fácilmente, cualquiera las haría” y en lugar de seguir causando daños a nuestra salud apelemos a una alimentación correcta y la práctica regular de actividad física que ayudarán a mantener un equilibrio entre la energía que consumimos y la que gastamos.