Cuidar nuestra piel requiere conocer cuáles son los problemas cutáneos más comunes que podemos presentar en cada una de las etapas de nuestra vida, de tal manera que podamos implementar rutinas específicas para prevenirlos.
De acuerdo con los especialistas de la marca para el cuidado de la piel, Suzanne Olivier, nuestra piel tiene cuatro etapas:
- piel adolescente,
- joven,
- madura y
- 50+.
Por este motivo, es muy importante que conozcamos las necesidades que tiene nuestra piel, para poder brindarle los requerimientos que necesita.
- Nuestra piel no es la excepción, para atenderla necesitamos identificar los cuidados que requiere cada etapa de nuestra vida. De esta forma, los especialistas identifican cuatro etapas: la piel adolescente, joven, madura y 50+.
- Durante nuestra adolescencia, los cuidados deben enfocarse a los cambios hormonales que experimentamos, donde es común observar la formación de lesiones de acné y espinillas.
- Iniciada la juventud, nuestra atención estará en el brillo de la piel, poros visibles y en algunas ocasiones, también acné.
- En nuestra etapa de madurez, es posible comenzar con problemas de resequedad, flacidez, arrugas, manchas por la edad, poros abiertos y falta de luminosidad.
- En la etapa de 50+ las arrugas y manchas son las principales situaciones que identificamos.
Aunque estas características se presentan de forma particular en cada persona, hay ciertos cuidados que podemos generalizar para cada una de las etapas y que nos ayudarán a prevenir estas situaciones. Toma nota:
Piel adolescente / 15 a 20 años
Aunque la limpieza es básica para el cuidado de nuestra dermis en todas nuestras etapas, en la adolescencia es la clave, por el control que debemos tener del sebo y de los agentes exteriores que pueden tapar nuestros poros. En el caso de nuestra cara, una de las partes de nuestro cuerpo en las que prevalecen más los granitos y las espinillas, se recomienda hacer limpiezas por la mañana y noche.
Dependiendo de la gravedad del acné, el dermatólogo puede recomendarte tratamientos tópicos u orales que puedes acompañar de productos dermocosméticos especializados en la prevención de granitos, que incluso, si ya te salieron, pueden mejorar la apariencia o hasta eliminarlos.
Piel joven / 20 a 30 años
Si estás en esta etapa, tienes el mejor momento para intensificar tu cuidado, y más si quieres lucir una piel radiante para la etapa de los 40 y 50+ años. Para esto es necesario que empieces desde ya a incorporar a tu vida una rutina, que además de contemplar una limpieza en la mañana y la noche, deberás exfoliar tu piel para eliminar las células muertas; usar mascarillas para tu tipo de piel: seca, mixta o grasosa; desmaquillarte sin falta y usar crema hidratante todos los días después de bañarte, en tiempos de frío, hasta dos o más veces al día.
Piel madura / 30 a 40 años
En esta etapa en la que es común observar los primeros signos del envejecimiento y en la que la pérdida del colágeno se hace más visible, es importante utilizar productos altamente hidratantes, que prevengan las líneas de expresión y las manchas por la edad, busca productos que además nutran y protejan tu piel, además de brindarle elasticidad y luminosidad.
De preferencia, selecciona aquellos con ingredientes naturales, los mejores son los que contienen ácido hialurónico, concha nácar y jalea real dependiendo de tu tipo de piel. En México puedes encontrar la línea Suzanne Olivier, la cual, está diseñada con ingredientes de origen natural que seguro se adaptan a tus necesidades. ¡Te van a encantar!
50+
En esta etapa en la que buscamos cuidar nuestra piel y corregir algunas situaciones que se presentan por el envejecimiento, además de que debemos implementar las cosas básicas como la limpieza profunda con agua fría por la mañana y tibia por la noche, nuestra rutina se debe centrar en hidratar o humectar la piel, aplicar cremas antiarrugas por la noche y contorno de ojos, ya que, en esta zona, solemos tener mayor presencia de líneas de expresión.
Cuidar de nuestra piel para prevenir consecuencias que impacten la salud y belleza de nuestra piel, depende, en parte, del conocimiento que tengamos de las necesidades que se presentan en cada etapa.
Además de los cuidados básicos como una alimentación equilibrada, tomar mínimo dos litros de agua diaria y usar protector solar, necesitamos implementar rutinas especiales para cada una de nuestras edades, así como de nuestro tipo de piel.