Dentro de nuestro círculo de amigas está Pili, tiene como 48 años, es muy agradable, cálida, inteligente, entusiasta, dispuesta, coqueta y muy dinámica pero, de un tiempo para acá, hemos notado que ha cambiado y no es la misma, anda como muy nerviosa, triste y desconcertada; suponemos lo que le sucede, sin embargo, creemos que es un tema que, aunque es muy natural a nuestra edad, hay que tratar con mucho tacto no se vaya a sentir ofendida o que le estamos diciendo que ya está poniéndose “vieja”.
El entrar en la madurez para algunas mujeres es sinónimo de decadencia y soledad, pero la verdad considero que es exactamente lo contrario. Una mujer que se encuentra transitando ya por esos rumbos, es una mujer llena de experiencias e historias de vida plagadas de vivencias que la acercan a un estado pleno de emociones, sentimientos, conocimientos y estados mágicos. Se vuelve más atractiva, interesante y con más conciencia para analizar y comprender mejor su entorno, sus relaciones e incluso a ella misma; es una oportunidad sencillamente deliciosa que la vida nos regala para poner en práctica todo lo aprendido a lo largo de nuestra vida.
De ahí que las amigas decidimos hablar con ella y sugerirle que esta etapa, por la que está atravesando, a la cual nos dio por llamar “más in”, la transformara y la empezara a disfrutar con plenitud y amor. -¿Cómo qué más “in”?,-. Sí Pili, porque a últimas fechas estás muy intolerante, insegura, inquieta, insatisfecha, intranquila, inmadura, intransigente, incauta, incierta; te sientes invisible, incómoda con todo, a veces te pones insoportable, piensas que eres insignificante y para colmo estás inapetente; te vuelves incongruente y muy intensa.
Finalmente lo tomó con buen ánimo y lo aceptó con todo el amor que sólo nosotras, sus amigas, sabemos darle.
*Terapeuta
Contáctala en los teléfonos: (0155) 52 08 23 44 y 044 55 1919 05 28