Poco se habla de la incontinencia urinaria y mucho menos de los problemas emocionales que cerca de 10 mil mujeres mayores de 18 años padecen en México por su causa. Se trata de vergüenza que lleva a depresión, aislamiento, estrés y cambios de hábitos que pocas veces se detectan. Una investigación en Canadá informa que las mujeres que sufren de incontinencia urinaria tienen el doble de riesgo de presentar una depresión severa en comparación con las que no la padecen. También hallaron que las más jóvenes son más propensas a la depresión que las mujeres de mayor edad.
Para Claudia Sánchez de 45 años no fue fácil aceptar que este trastorno tuviera tanto impacto en su vida social “me costó mucho trabajo reconocer que tenía una depresión. De pronto ya no era la misma, no podía relacionarme igual que antes y no sabía a quién acudir”. Testimonios como estos son muy comunes cuando te das cuenta de que sufres de incontinencia urinaria.
La Dra. Florentina Ferreyra, presidenta de la Asociación de Enfermedades Uroginecólogicas, advierte que “es una reacción común y terrible, sobretodo porque tenemos la creencia de que sólo a las mujeres posmenopáusicas les puede afectar. Se han hecho estudios que demuestran que es más común de lo que imaginamos en mujeres en edad productiva. Pero desafortunadamente no se sabe mucho de estas mujeres, ya que suelen encerrarse antes de pedir ayuda”.
Si bien es cierto que no estamos preparadas para afrontar situaciones como éstas en nuestra vida, también es verdad que en torno a este tema existe una gran ignorancia. En el ámbito familiar o con los amigos se convierte en un “tabú” que provoca que pocas mujeres se atrevan a hablar.
“Desafortunadamente por la misma ignorancia, las mujeres que la padecen no entienden qué les está pasando, tienen mucha vergüenza para acercarse a un especialista y pedir ayuda. Esto ocasiona que se aíslen, que no quieran salir porque continuamente tienen la sensación de que huelen a orina y procuran no estar con mucha gente, incluso, algunas mujeres renuncian a sus trabajos cuando ya es muy avanzado el problema. Por si fuera poco, su vida sexual también se ve afectada ya que podrían tener escapes involuntarios de orina durante el coito”, agrega la experta.
Mírate siempre bella
Hay mujeres que modifican algunos de sus hábitos cotidianos por esta causa. Es posible que cambien su forma de vestir usando ropa más holgada y de colores más oscuros o, incuso, lucir desarregladas. Parte de la recuperación debe consistir en recobrar una imagen positiva de nosotras mismas.
Opta por un cambio, si así lo deseas. Atrévete a cambiar tu corte de pelo o tíñelo con un color que se adapte a tu tipo de piel. Usa ropa con la que te sientas cómoda. Para lograr un cambio efectivo empieza por aceptarte y quererte más que nunca. Cuando logres esta parte puedes comenzar a trabajar en la recuperación de tu vida.
Busca ayuda
Muchas mujeres aún no están conscientes de que pueden pedir ayuda. Con el apoyo de un terapeuta puedes aprender a manejar tu angustia, frustración, enojo o cualquier emoción que te ocasione este trastorno.
Es importante que sepas que hay soluciones para todo. Platica con tu doctor. Pregúntale qué opciones médicas existen para curar o controlar tu incontinencia. Hay alternativas. Mientras más rápido la detectes, más rápida será tu recuperación.
Líneas de ayuda.+52-55-54-04-89-16
En Internet consulta:www.asenug.org
Habla con tu pareja y con las personas que te aprecian y que están cerca de ti. La especialista recomienda que se toque el tema tal y como es, sin tabúes y, sobretodo, llamando a las cosas por su nombre, tal y como están sucediendo.
[[Fuentes:
Asociación de Enfermedades Uroginecólogicas
www.asenug.org
www.incontinenciaurinaria.com]]