En el marco del Día Mundial de la Salud organizaciones de la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) inflaron una enorme lata de refresco con la leyenda “diabetes” el pasado 6 de abril de 2016 frente a la Secretaría de Salud y presentaron 4 acciones para continuar reduciendo el consumo de bebidas azucaradas en México.
Por lo anterior y por la importancia que tiene para México, invitaron a las autoridades sanitarias a que refuercen las medidas para reducir el consumo de bebidas azucaradas entre la población ya que es una acción preventiva y por ende costo-efectiva.
Propuestas para reducir el consumo de bebidas azucaradas
- Necesitamos un etiquetado frontal de advertencia como el implementado en Chile o Ecuador que informe si una bebida es baja, media o alta en azúcar añadida, a diferencia del etiquetado mexicano que induce al sobreconsumo de azúcar por utilizar un valor de referencia mucho más alto que el recomendado por la OMS.
- Es urgente que el Estado vigile el cumplimiento de los lineamientos generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas en las escuelas, que prohíben la venta de bebidas azucaradas de lunes a jueves, además, sensibilizar a la comunidad de los beneficios de llevar a cabo esta acción. De acuerdo a la plataforma Mi Escuela Saludable miescuelaaludable.org, el 72% de los 514 reportes correspondientes al ciclo escolar 2015-2016, revelaron la presencia de refrescos (no light) en el plantel.
- La regulación sobre publicidad de alimentos y bebidas dirigida a niños debe cubrir el horario y programación en el que más expuesta está la población infantil, así como otros canales de comunicación (internet, videojuegos, envases), estar basada en los recientes criterios nutrimentales presentados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y no por aquellos establecidos por la industria alimentaria. También se deben regular estrategias de mercadotecnia que van especialmente dirigidas a niñas, niños y adolescentes, como los regalos, personajes y concursos.
- El impuesto a las bebidas azucaradas logró disminuir el consumo en 6% en su primer año de existencia, debe ser aumentado de 1 a 2 pesos por litro, como fue recomendado a nivel nacional e internacional para tener mayores resultados en salud. Dirigir sus recursos a través de un fondo transparente, como lo propone el Senado, para políticas de prevención e instalación de bebederos en escuelas y espacios públicos. Esta política debe estar acompañada del establecimiento de un precio máximo al agua embotellada para lo cual tiene facultades el ejecutivo federal.
Sitios de interés
- Mi Escuela Saludable www.miescuelaaludable.org