La alimentación saludable se aprende en casa, comenta Ana Segundo Romero, licenciada en Nutrición y Educadora en Diabetes, y agrega que es muy importante que desde pequeños enseñes a tus hijos hábitos saludables que, sin duda, los ayudarán a tener una buena calidad de vida cuando sean adultos.
Ana Segundo, quien es Educadora en Diabetes certificada por la Federación Mexicana de Diabetes, A.C., (FMD), explica que los niños establecen vínculos emocionales con muchas cosas, pero la alimentación es un reflejo muy importante de estos vínculos, dice.
Y pregunta: ¿Sabes por qué aman a la cajita que está feliz? Porque cuando van a este restaurante les regalan un juguete, sus papás estaban felices (sin discutir) y ahí le hicieron su fiesta de cumpleaños ¿se puede pedir más?
En este sentido, la especialista asevera que los niños van creando estos vínculos emocionales hacia los alimentos desde sus primeros años, por ello es importante que los apoyes a crear dichos vínculos, pero con alimentos saludables que le ayuden a prevenir enfermedades cuando crezca.
Y es que es muy triste, lamenta, que México sea el país donde hay más niños con sobrepeso y obesidad ¡en el mundo! Lamentablemente ya tenemos niños con diabetes tipo 2 y niños con resistencia a la insulina, lo más grave es que la calidad de vida de ellos disminuye considerablemente ya que la diabetes mal controlada trae consigo muchas complicaciones.
¿Qué podemos hacer?
Ana Segundo nos brinda sus recomendaciones para cuidar la alimentación de nuestros hijos, crearles hábitos saludables y hacerlos adultos sanos:
Enséñale con el ejemplo: como adultos es nuestra obligación enseñar hábitos saludables, ten en cuenta que si tú no cambias de hábitos es difícil que tus hijos lo hagan.
Cambia las bebidas azucaradas por agua: seguramente te has percatado que conservamos hábitos que nos enseñaron nuestros padres, enséñales a beber agua simple. Las bebidas azucaradas (como refrescos o jugos) no son recomendables para ningún niño, ni adulto.
Quítale lo aburrido a las verduras: prepáralas de manera diferente, córtalas creativamente y cuando a ti se te antojen entonces ofrécelas o cómelas con él.
Ayúdale a crear vínculos positivos con la comida saludable: eviten discutir en la mesa, nunca lo obligues a terminarse las verduras y no lo castigues si no las come. Mejor hazle saber de manera cariñosa las reglas, por ejemplo, si no quiere comer la ensalada entonces NO hay otra opción y tendrá que esperar a la siguiente comida, no se vale decirle “te preparo una quesadilla” así la próxima vez sabrá que se come lo que está disponible y todos comerán lo mismo.
La comida no es castigo…ni premio: si lo obligas a comerse la verdura diciéndole que si las consume le darás un postre a lo único que ayuda es que se “sacrifique” por el postre. Mejor acostúmbralo a que los alimentos saludables sean deliciosos.
Busca ayuda: existen nutriólogos especializados en niños, si sientes que es muy difícil la hora de la comida con tus hijos seguramente necesitas ayuda, no dudes en buscarla y no esperar a que se solucione solo.
Como verás es una tarea que debe comenzar lo antes posible si lo que deseamos es que los pequeños disfruten largas y saludables vidas, concluye la experta.