Practicar una actividad física o deportiva en edades tempranas del crecimiento es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de cualquier persona. También es la forma más efectiva para combatir el sedentarismo que puede desembocar en graves complicaciones de salud.
Según datos de la Fundación Nemours de Estados Unidos, especializada en salud pediátrica, la mayoría de los niños desarrollan las habilidades físicas y la atención necesaria para los deportes alrededor de los 6 o 7 años de edad. Es por eso que este buen hábito se debe fomentar desde pequeños.
En México, las opciones deportivas más populares para practicar entre los más jóvenes son: fútbol, taekwondo, baloncesto, natación, judo, atletismo, béisbol, entre otras.
Tal es así, que de nuestro país han salido campeones mundiales menores de 14 años en varias de estas disciplinas. Una vez que los niños se enamoran de algún deporte, lo mejor que podemos hacer como padres es acompañarlos en esa sana pasión y, de ser posible, hacer que lo adopten como un estilo de vida.
Según afirma la psicóloga Laura María Serrano “construir un proyecto de vida les va a permitir, tanto a las familias como a los niños y adolescentes, plantearse expectativas reales y tomar las decisiones adecuadas que ayuden a materializarlo”.
“Es ideal establecer una buena distribución del tiempo para que niños y adolescentes puedan disfrutar de manera adecuada cada momento de sus vidas, lo que incluye las dimensiones sociales, familiares y académicas, el descanso y el ocio recreativo”, agregó.
Es por eso que ella nos brinda estos útiles consejos para los padres que quieren acompañar a sus hijas e hijos en la senda del deporte y desarrollar su proceso de la mejor manera.
- Impulsa su confianza y autoestima al elogiar sus esfuerzos y logros, no sólo sus resultados.
- Ayúdale a desarrollar una mentalidad de crecimiento al enseñarle a aprender de sus errores y a enfrentar los desafíos de manera positiva.
- Proporciónale un ambiente de apoyo y comprensión, en donde se le permita hablar de sus sentimientos y preocupaciones relacionadas con el deporte.
- Fomenta un equilibrio saludable entre el deporte y otras actividades (amistades, diversión, familia, educación y relaciones sociales), para evitar que se “queme” física, mental y emocionalmente.
- Ayúdale a desarrollar habilidades de comunicación y liderazgo, esenciales para el éxito en el deporte de alto rendimiento.
- Enséñale a tener una perspectiva a largo plazo y a prepararse para una carrera o una vida después del deporte.
Además, Laura Serrano concluye que “es aconsejable que los padres busquen un colegio que disponga de las herramientas, los procesos, el contenido y la metodología ideales para el crecimiento de cada estudiante pero que, además, incluya alternativas que potencien las habilidades extracurriculares, como el deporte, por lo que en estos casos un colegio virtual que permita su acceso desde cualquier lugar y la flexibilidad para realizar todo tipo de actividades en diferentes momentos podría ser una buena opción”.