La digestión es un proceso biológico mediante el cual los alimentos ingeridos son transformados en sustancias capaces de absorberse para utilizarse como energía y para el crecimiento y reparación de los tejidos, por lo que es esencial que sea lo más eficiente.
En la actualidad, el estrés, los alimentos procesados, el consumo deficiente de fibra, mala higiene en la preparación de la comida, los antibióticos, el sedentarismo, el tabaquismo, entre otros factores afectan nuestra digestión, que provoca que no nos sintamos nosotros mismos, o en casos graves, pensemos que es normal sentirse así.
Si la digestión es deficiente de manera habitual, se puede manifestar en la piel, sistema inmune y trastornos neurológicos como depresión o ansiedad.
De manera general, la mala digestión o dispepsia se presenta de manera esporádica y sus molestias desaparecen después de un momento o con algún tratamiento.
Pero en caso de que ésta sea recurrente, puede afectar el equilibrio de la microbiota intestinal dando lugar a la mala absorción de nutrientes y acumulación de toxinas que lleva al cuerpo a un estado de inflamación y de poca energía disponible.
De este modo, se presenta una deficiente oxigenación del intestino, y del organismo en general, que hace lento el metabolismo y los procesos celulares.
Ante este panorama sobre la salud digestiva, la nutrióloga Saharai Gálvez refiere que «los germinados y brotes son los aliados más importantes para la digestión porque al ser alimentos vivos de naturaleza prebiótica, nos brindan fibra insoluble “utilizada por las bacterias buenas del tracto digestivo para desarrollarse, formando una barrera funcional y estimulando la red capilar de las paredes gastrointestinales».
Los germinados también contienen fibra soluble para facilitar el tránsito intestinal y balancear la absorción de azúcares.
Nutrióloga Saharai Gálvez
Al ser de fácil asimilación, los germinados disminuyen la demanda de flujo sanguíneo durante la digestión y son poderosos en clorofila, una molécula similar a la hemoglobina que favorece la oxigenación celular manteniendo los niveles energéticos y el ritmo metabólico”, detalla experta. Además, dice, «la alta concentración de vitaminas y minerales de los germinados, provee a las células de elementos necesarios para su función”.
Pero aún hay más, estos son otros de los beneficios de los germinados y brotes para la salud digestiva:
- Favorecen la microbiota intestinal y la digestión;
- Eliminan toxinas de la sangre;
- Fomentan la oxigenación celular;
- Regulan el pH corporal y la respuesta inmune;
- Potencian la regeneración celular;
- Tienen un efecto antioxidante;
- Disminuyen la inflamación celular;
- Mejoran los niveles energéticos del organismo; y
- Regulan la glucosa y triglicéridos.
La nutrióloga Saharai Gálvez, vocera de Cultivos Naturales San Francisco, informa que cuando nuestra digestión mejora, podemos sentir un estado de bienestar generalizado donde, al comer, no se presentan molestias, se mantienen los niveles de energía y se va al baño de manera regular diariamente o por lo menos, tres veces por semana.
“Al mejorar la digestión, disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Se optimizan los niveles de energía por la oxigenación sanguínea, se favorece el correcto funcionamiento de los órganos y abastecimiento de nutrientes, por lo que la estructura de tejidos como la piel, músculos y huesos se mantiene en excelente estado”, concluye la nutrióloga Saharai Gálvez [.]