Este 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación con un objetivo específico: concientizar sobre el cuidado del agua como uno de los principales medios para la vida, los sistemas agroalimentarios, el medio ambiente y la nutrición.
La especialista Mónica Hurtado de Quiero Saber Salud explicó que este año la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), mostró su notable interés por el cuidado del agua, debido a todos los procesos que engloba su uso y que el 95% de los alimentos se producen en la tierra, con el suelo y agua. [1]
Sin embargo, destacó que, así como el planeta requiere de agua, el cuerpo humano necesita hidratarse, mantener una sana alimentación y un adecuado estilo de vida, ya que como lo refiere la organización “El agua es vida y el agua nutre.“ Es por ello que, brinda una serie de recomendaciones para mantener los nutrimentos adecuados a través de una correcta hidratación y alimentación:
Mantenerse hidratado le permitirá al cuerpo reponer líquidos que se han perdido a través dela orina, respiración, espiración y mediante el sudor. Aproximadamente se pierden de 2 a 3 litros de agua durante el día, de ahí la importancia de crear un hábito para hidratarse cuando el cuerpo lo necesite.
Los requerimientos de consumo de agua natural son diversos de persona a persona, tal como lo ejemplifica la siguiente tabla:
Edad | Mujeres | Hombres |
6 meses | leche materna | |
6 meses a 2 años | 1 a 1.8 litros por día | |
2 a 9 años | 1.9 a 2 litros | 2 a 2.5 litros |
9 a 13 años | 1.9 litros al día | 2 litros al día |
14 a 18 años | 2 litros al día | 2.5 litros al día |
19 a 70 años | 2 litros al día | 2.5 litros al día |
Adultos mayores | 6 a 8 vasos de agua al día |
Entre la gran variedad de fuentes de hidratación que también son importantes para el cuerpo se encuentran los jugos, zumos, agua de frutas natural, té, bebidas rehidratantes, sueros, bebidas sin calorías, gasificadas, leche o yogurt. Además, la comida contiene un aporte considerable de agua, como los caldos, salsas, verduras y postres también como paletas, helados, esquites, entre otros snacks.
Todos estos líquidos ayudan en gran medida a que los nutrientes actúen de manera óptima, regulen la temperatura corporal ante la presencia de altas o bajas temperaturas, así como para reponer electrolitos durante el proceso de hidratación. De ahí la importancia de una correcta ingesta de líquidos, de lo contrario, podría ocurrir un fallo orgánico en el cuerpo por la ausencia de agua.[2]
En ese sentido, la especialista recomienda mantener un balance hídrico y una adecuada diversificación de la dieta, es decir, llevar un control de los alimentos y bebidas que se consumen para permitir un aporte adecuado de nutrimentos, por lo que, siempre es importante integrar los cinco grupos de alimentos: verduras y frutas; granos y cereales; leguminosas; carnes de origen animal; aceites y grasas saludables, además del consumo de agua natural e incluir actividad física regular de entre 70 a 300 minutos semanales para mantener un adecuado balance energético.