Están en el aire y vuelan para hacer daño, son los alérgenos que causan reacciones en nuestro organismo ocasionándonos padecimientos como las alergias. Las estadísticas hablan por sí solas. Actualmente 700 millones de personas en el mundo padecen enfermedades crónicas respiratorias y alergias; en la República Mexicana, alrededor del 40% de los mexicanos menores de 15 años padecen algún tipo de alergia.
Y es que factores como la contaminación, el calentamiento global, ambientes extremadamente higiénicos, e incluso la menor lactancia en recién nacidos así como la exposición frecuente y más temprana a alimentos procesados, son algunas de las causas del incremento en las enfermedades alérgicas en el mundo.
Debido a que estos padecimientos se han convertido en un problema de salud pública, se dieron cita en el puerto de Acapulco, Guerrero, reconocidos especialistas alergólogos, otorrinolaringólogos, dermatólogos y pediatras nacionales e internacionales para celebrar por quinto año consecutivo el Día Mundial de la Alergia y tratar temas sobre los tratamientos actuales para controlar la rinitis alérgica, el asma en pediatría y la dermatitis atópica, que están afectando seriamente a la población.
En el evento, no hubo noticias halagüeñas, pues si bien las alergias afectan la calidad de vida de las personas que las padecen y, socialmente, no son consideradas enfermedades que ponen en riesgo la vida, en los últimos años se incrementaron, sólo en México, el 20 por ciento.
Sobre este incremento, los especialistas revelaron que se está presentando mayormente en adolescentes de entre 13 y 14 años de edad, fenómeno del que aún no se logran establecer sus causas, aunque es conocido que los factores genético y ambiental son sustanciales para que se presente la enfermedad.
¿Quizá estos adolescentes fueron alimentados desde muy pequeños con alimentos procesados o con altos niveles alergénicos?
Debido a su prevalencia, los expertos realizan investigaciones clínicas que lleven a implementar terapias efectivas y tratamientos adecuados que mejoren las condiciones de los pacientes y los síntomas alérgicos como los estornudos, comezón, inflamación y escurrimiento nasal, entre otros.
Es el caso de los antihistamínicos de segunda generación que permiten un mejor control de la sintomatología con menos efectos secundarios, como la somnolencia y, que además, se administran una sola vez al día, lo que hace más factible que el paciente no interrumpa sus tratamientos y se apegue a él con mayor responsabilidad.
Entre lo más novedoso en avances médicos para las enfermedades alérgicas, que se presentó en esta reunión de expertos, fueron los antihistamínicos de última generación no sedantes, recomendados por los Lineamientos Internacionales actuales como los medicamentos de primera línea para el tratamiento de la Rinitis Alérgica, trastorno que afecta a cerca de 600 millones de personas en todo el mundo.
No hay que echar en saco roto lo que la ciencia médica está haciendo por mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas respiratorias y alergias, también nosotros debemos disminuir los factores que podrían desencadenar episodios alérgicos en nuestra familia.
Como dice el Dr. Noel Rodríguez, Presidente de la Organización Mundial de la Alergia, “EL TENER LA NARIZ TAPADA ES SUFICIENTE PARA TENER UNA VIDA MISERABLE”.