Los problemas de incremento de peso en la población son más frecuentes y alarmantes ya que los niños son los más afectados. Un niño que desde su infancia comienza a tener problemas de sobrepeso tiene gran probabilidad de ser un adulto obeso y de desencadenar diversas enfermedades relacionadas con la alimentación a muy corta edad.
¿Cómo podemos saber si una persona tiene síndrome metabólico?
La Federación Internacional de Diabetes (IDF) nos señala que una persona con obesidad central definida como una circunferencia de cintura ≥ 94 en el caso de los hombres y ≥ 88 en el caso de las mujeres (o un IMC mayor a 30), más dos de los siguientes signos:
- Triglicéridos ≥ 150 mg/dL
- HDL (colesterol bueno) menor a 40 en hombres o menor a 50 en mujeres
- Presión arterial: sistólica ≥130mmHg, diastólica ≥ 85mmHg
- Glucosa ≥ 100 mg/dL en ayuno o diagnóstico de Diabetes Mellitus
Se ha visto en diversos estudios realizados en el país que este síndrome así como sus principales componentes tienden a prevalecer en las personas con bajos ingresos o con bajo nivel de educación. Lo anterior debido a la alta disponibilidad de alimentos ricos en azúcares y grasas simples que son distribuidos a bajo costo y el aumento en el sedentarismo de la población.
¿Qué pasa si tengo síndrome metabólico?
Cuando una persona tiene síndrome metabólico es importante intervenir con atención médica y nutricional, debido a que las personas ya diagnosticadas tienen un riesgo elevado de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares. Debido a lo anterior una vez que existe el diagnóstico es recomendable hacer cambios en la alimentación y aumentar la actividad física, acciones que contribuirán a controlar los signos propios del síndrome metabólico.
El síndrome metabólico no es una enfermedad que afecte únicamente a la población adulta, también los niños están presentando grandes problemas de sobrepeso y obesidad por lo que ha habido un aumento en la prevalencia de síndrome metabólico desde etapas tempranas. Esto nos indica que debemos inculcar y reforzar hábitos saludables desde etapas tempranas del crecimiento.
Los padres son el primer vínculo que hay entre el niño y la sociedad. Es recomendable que ellos brinden un buen ejemplo enseñando a los hijos a comer correctamente y a realizar ejercicio de forma regular, lo cual contribuirá a tener un mejor estado de salud, limitando el riesgo de diversas enfermedades (como el sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión) en un futuro.