Las mujeres son las más vulnerables ante a la Enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia que en México afecta a un millón 300 mil personas.
Se sabe que este padecimiento afecta, directa e indirectamente, más a las mujeres ya que al tener una expectativa de vida más larga, aumenta la probabilidad de sufrir discapacidad y morir como consecuencia de esta demencia.
Así también, muchas mujeres son responsables del 70% de las horas de cuidados que reciben las personas con Alzheimer. Son cuidadoras y/o familiares que ven afectado su desarrollo personal, económico y social.
Es así que la Organización Mundial de la Salud designó el 21 de septiembre como el Día Mundial del Alzheimer, una fecha en la que organismos, instituciones, gobiernos y sociedad civil, se unen para impulsar información, visibilidad y políticas públicas sobre este tema prioritario.
De acuerdo con datos del Reporte Mundial de Alzheimer de la ADI (Alzheimer´s Disease International) se estima que el 75 % de las personas con demencia no son diagnosticadas, y consideran que esa tasa puede crecer hasta un 90 % en países de ingresos bajos y medios.
“El diagnóstico es fundamental, pero solo es el inicio de un largo camino tanto para el paciente, como para sus familiares. Particularmente los costos económicos pueden llegar a desequilibrar al núcleo familiar, o incluso, fracturarlo,” explicó Alejandra García de León de Sun Pharma México.
“Además del impacto en los hogares y en los cuidadores formales e informales, también es fundamental reconocer y apoyar el trabajo de los profesionales de la salud: médicos, enfermeras, técnicos, cada uno representa un bastión para informar, diagnosticar y tratar este padecimiento.
Algunos de los puntos clave que destaca el Reporte Mundial de Alzheimer y que debemos tomar en cuenta, son:
- Comprender la importancia económica, social y emocional de los diversos tipos de demencias, así como los desafíos y decisiones de cada etapa.
- Abordar los síntomas y cambios asociados con la demencia, las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas que pueden ayudar a los pacientes y a sus cuidadores.
- Compartir perspectivas y/o experiencias sobre modelos de atención.
- Los diferentes tipos de demencia deben convertirse en un tema prioritario en la salud pública.
- Se debe ofrecer atención centrada en la persona, culturalmente apropiada e incluyente en cuanto al género y respaldada por planes de atención sólidos.
- El cuidado óptimo del paciente de estar respaldado por un profesional capacitado.
- La educación sobre los diferentes tipos de demencia debe mejorarse y ampliarse a todos los sectores de la población.