Las resacas suelen suceder, aunque lo mejor es hacer todo lo posible porque no ocurran al limitar un consumo excesivo de alcohol. Parar después de esa segunda copa de vino, siempre será la mejor elección. Sin embargo, es posible que hayas intentado varias cosas cuando sufres de una resaca.
Más allá de ser conscientes y evitar beber en exceso, hay muchas cosas que se pueden hacer para tratar una resaca.
“El mal dormir aunado a una deshidratación mediana, así como la acumulación de sustancias que se derivan del rompimiento químico del alcohol dentro de nuestro cuerpo, producen una sensación generalizada de malestar al que llamamos “resaca” o “cruda”, explica Amanda Beaver, nutrióloga del bienestar en el Hospital Houston Methodist.
A continuación, te presentamos tres mitos populares sobre la cura de la resaca, los cuales son meramente anecdóticos porque no funcionan.
Mito 1: Beber una bebida con alcohol en la mañana curará mi cruda: FALSO
La idea detrás de este mito es que el mismo alcohol puede curar sus efectos negativos. Esta idea carece de cualquier lógica si lo piensas bien.
“Consumir alcohol en la mañana al sentir la resaca, puede hacer sentir a las personas un poquito mejor pero solo de momento. En realidad, continuar bebiendo solo agravará los síntomas. Además, muchos científicos coinciden que hacer esto con mucha frecuencia puede llevar a la persona a una dependencia grave con el alcohol”, puntualiza la nutrióloga Beaver.
Mito 2: Tomar un analgésico justo antes de irse a dormir evitará la cruda: FALSO
Cuando ya has bebido demasiado, puedes estar tentado de tomar un analgésico con un gran vaso con agua e ir directo a la cama. La medicina surtirá efecto mientras dormimos. ¿Eso es lo que crees? Pues es falso.
“Lo primero que hay que saber es que el alcohol en combinación con analgésicos como el acetaminofren, pueden dañar tu hígado. Además, cualquier analgésico aumentará la producción de ácido en tu estómago, que ya de por sí está sufriendo de una gran irritación producida por el mismo alcohol. Antes de tomar cualquier medicamento, lee bien la etiqueta y consúltalo con tu médico antes”, recomienda la especialista.
“El hecho de que te sientas mejor por la mañana, no es derivado del analgésico sino más bien, del agua que bebiste antes de ir a dormir, la cena que comiste o bien, incluso el tipo de alcohol que consumiste la noche anterior”, especifica Beaver.
Mito 3: Tomar café cura la cruda: FALSO
Si eres bebedor de café, seguramente tienes fe en el poder de tu taza mañanera. Pero cuando se trata de resaca, el café no la cura.
“La cafeína que contiene el café puede temporalmente reducir la fatiga, pero no curará una resaca. De hecho, no existe evidencia científica que pruebe que la cafeína tenga efectos benéficos para la resaca”, comenta la especialista en nutrición.
Si habitualmente tomas café, Beaver recomienda tomar una taza pequeña si tienes resaca, pero en realidad no la necesitas.
Lo que debes comer y beber durante una resaca que sí funciona
Ya que terminamos de revisar los mitos más populares sobre la cura de la resaca, aquí te vamos a decir qué comidas y bebidas sí funcionan para aliviar los síntomas de la cruda.
“Cuando te levantas con un espantoso dolor de cabeza y un inmenso aturdimiento después de una noche de copas, lo último que necesitas es comer y beber alimentos que te pueden poner peor de lo que ya te sientes. Por eso te recomiendo algunos tips a continuación”, enfatiza Beaver.
Bebe un vaso con agua
Cuando despiertas con resaca, especialmente si tienes nauseas, es muy importante hidratarse.
“Un vaso con agua al despertar, te ayudará a rehidratarte de la noche anterior. Si vomitaste, lo recomendable entonces es tomar una bebida isotónica como Gatorade o Pedialite para reponer electrolitos perdidos también”, afirma la especialista en nutrición del Hospital Houston Methodist.
Evita alimentos grasosos y opta por carbohidratos de fácil digestión
“El entendido popular nos indica que comer platillos grasosos como chilaquiles, hamburguesas, salchichas o tocino, nos ayudará con la resaca. La realidad es que las comidas altas en grasa se llevan más tiempo en digerir. Esto puede poner a tu estómago en problemas mayores ya que recuerda que se encuentra ya de por sí irritado por el alcohol”, explica la nutrióloga Beaver.
En vez de comida grasosa, la especialista recomienda elegir carbohidratos de fácil digestión, particularmente si presentas naúseas como pan tostado, galletas o bagels.
“Si no tienes nauseas, intenta combinar tus carbohidratos con proteínas como, por ejemplo, con yogurt griego o con un huevo duro. También recomiendo que evites olores muy fuertes o penetrantes porque pueden desencadenar mayores nauseas. Trata de comer despacio y opta por alimentos a temperatura ambiente o fríos”, comenta la nutrióloga.
Hazte un smoothie refrescante
Los líquidos tienden a vaciar el estómago más rápido que los alimentos sólidos, lo cual es bueno cuando tenemos el estómago irritado.
“Si no se te antojan alimentos sólidos, hazte un smoothie de frutas usando 1 taza de frutos rojos congelada, medio plátano, ¾ de taza de yogur griego, 1 cucharadita de crema de cacahuate y 1 taza de leche de almendras. Este tipo de smoothie está lleno de antioxidantes que te ayudarán a mitigar los efectos inflamatorios y oxidativos que produce el exceso de alcohol en nuestros tejidos”, agrega Beaver.
Consume huevo y vitamina C
¿Has escuchado alguna vez sobre un compuesto llamado glutatión?
“Una herramienta que tiene nuestro cuerpo para desintoxicarnos del alcohol, es el antioxidante conocido como glutatión, que puede terminarse después de una noche de copas. Nuestro cuerpo sintetiza el glutatión a partir de bloques proteicos, como los que se encuentran en alimentos ricos en proteínas como el huevo. Adicionalmente, la vitamina C ayuda a mantener buenos niveles de glutatión en el cuerpo”, enfatiza la especialista.
“Pollo, salmón, huevos, yogurt, lentejas y avena son excelentes fuentes de bloques de proteínas, pero los huevos son probablemente los más fáciles de hacer y conseguir cuando no te sientes muy bien como para una ida al supermercado. Acompaña tus proteínas de alimentos ricos en vitamina C como fresas, pimientos rojos, piña, mango, tomates, mandarinas y frambuesas. Todas estas frutas además de ser refrescantes son rehidratantes”, apunta Beaver.
Aquí hay unos consejos prácticos que nos comparte la nutrióloga Beaver del Hospital Houston Methodist para disfrutar platillos con huevo y frutas ricas en vitamina C:
- Huevos revueltos con espinacas y rebanadas de fresas
- Tacos de huevo con pimientos rojos y cebolla guisados, aderezados con salsa pico de gallo
- Smoothie de mango congelado
- Huevo estrellado sobre pan tostado con aguacate y una guarnición de pimientos rojos guisados [.]