Está de moda ser delgado y para muchos significa una obsesión capaz de sobrepasar cualquier límite, incluso la propia salud, pero ¿hasta qué punto es benéfico –mental y físicamente– cuidar de manera excesiva el peso y la alimentación para mantener la línea?
El doctor Roberto Espinosa Soriano, médico internista del Hospital General de Zona (HGZ) número 47, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que el hecho de presentar un peso menor al 15 por ciento del que se estima ideal para una persona, de acuerdo a su talla, indica la posibilidad de varios trastornos orgánicos.
Puede haber crecimiento de las glándulas salivales, anemia, alteraciones en el ciclo menstrual en el caso de las mujeres; trastornos hormonales, como el hipotiroidismo (crecimiento de la tiroides); osteoporosis, baja de azúcar (hipoglucemia), entre otros, todos ellos resultado de una mala alimentación.
La Organización Mundial de la Salud considera que estar sano es un estado de total bienestar físico, mental y social; no es únicamente estar libre de achaques o enfermedades.
Sin embargo, en la sociedad actual, el culto al cuerpo y a la imagen es algo que se tiene muy en cuenta, y por ello, muchas personas intentan, por cualquier medio, mejorar la imagen propia, lo que en ocasiones se traduce no sólo en complicaciones orgánicas, sino también en problemas de identidad que pueden llegar hasta la depresión.
Esto ha hecho, especificó el médico internista del IMSS, que se asocie delgadez con salud, un mito que no es del todo cierto, ya que estar delgado no necesariamente significa estar sano.
La delgadez se puede conseguir de diferentes maneras, una es por constitución y naturaleza propia del individuo; otra por no comer adecuadamente y hacer uso de los llamados “productos milagro», que prometen reducir el peso en cuestión de semanas, ya sean fajas, pastillas, jabones, cremas, etcétera.
Por todo ello, resaltó el médico internista del HGZ número 47 del IMSS, lo más acertado para estar en forma saludable y mantener el peso ideal, es hacerlo a través de una dieta equilibrada, en la que no falte ningún tipo de alimento o nutriente, ya que todos son necesarios para el organismo, y realizar ejercicio físico de manera cotidiana.
No siempre estar delgado es sinónimo de salud, aunque sí es importante tener una buena presencia y mantener un cuerpo sano, concluyó.