Un trabajo de investigación de la Universidad de Luxemburgo ha demostrado que las mujeres con problemas de peso eran más impulsivas que el promedio en una prueba de psicología relacionada con los alimentos. Esto sugiere que instintivamente están más estimuladas por las imágenes de los alimentos, así como la falta de fuerza de voluntad contemplativa. Además, algunas mujeres informaron ansiedad por la comida, incluso aun cuando habían comido recientemente, un síntoma de una posible adicción a la comida.
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«Todas las adicciones son similares en donde quién la sufre anhela una sensación de bienestar que reciben de los neurotransmisores químicos producidos cuando comen, apuestan, fuman, tienen relaciones sexuales o consumen drogas«, comentó Noel Voegele, Profesor de Psicología Clínica y de la Salud en el Universidad de Luxemburgo.
En esta prueba, se presentaron imágenes de alimentos con grasas o dulces (una hamburguesa, pastel, pizza, etc) y objetos (un calcetín, una taza, un zapato, etc) se presentaron al azar en la pantalla de una computadora. Las mujeres recibieron instrucciones de hacer oprimir un botón lo más rápido posible en la comida o en las fotos de objetos. Las mujeres con problemas de peso obtuvieron peores resultados que el promedio.
Las pruebas se llevaron a cabo tres horas después de comer o después de las comidas. Los investigadores encontraron que varias mujeres con problemas de peso dijeron que la prueba había provocado un ansia por la comida, sin importar que habían comido hace poco tiempo. «Esto sugiere que algunas personas pueden tener una predisposición psicológica instintiva a comer de forma compulsiva», dijo el Prof. Voegele.
Se refirió a la otra investigación que indica la naturaleza y la crianza son la causa de esta condición. «La gente puede comer demasiado para consolarse a sí mismos, porque están aburridos o simplemente por costumbre», dijo. En el otro extremo del espectro, los que tienen un control excesivo pueden sufrir de trastornos como la anorexia nerviosa.
