Todo el mundo tiene una preferencia por cómo tomar su café. Con leche y azúcar o negro natural. Helado o caliente. Al despertarse o al llegar a la oficina. Hablando de esa primera taza, ¿importa el momento en que bebes tu café por la mañana?
La capacidad del café para despertarnos es por lo que dependemos tanto de él. Pero, cuál es el mejor momento para tomar café y para aprovechar mejor su ingrediente activo, la cafeína? Knubian Gatlin, nutrióloga del Hospital Houston Methodist nos saca de dudas:
Dada la forma en que nuestro cuerpo se despierta naturalmente y los pros y contras en que la cafeína del café puede incidir en nuestro cuerpo, la nutrióloga sugiere no ir directamente al café por la mañana.
Aunque nos ayuda a despertarnos recomienda esperar para tomar la primera taza de café una o dos horas después de despertarse.
Sugiere comenzar el día con un vaso grande de agua y un desayuno equilibrados. Esto ayuda a rehidratar nuestro cuerpo y establecer un buen uso de energía durante el resto del día. También puede ayudar a prevenir las molestias de acidez que a veces se producen al beber café con el estómago vacío.
La cafeína tiende a aumentar el ácido estomacal y la producción de bilis, lo que puede exacerbar los síntomas del reflujo ácido.
Un aspecto que hay que recordar, es que la cafeína aumenta la motilidad del colon, por lo que ir al baño con frecuencia es uno de los efectos después de esa primera taza de café. Este podría ser un factor para tener muy en cuenta a la hora de programar tu primera taza.
Un último dato que nos advierte la nutrióloga Gatlin es que hay que tener cuidado con beber café después de las 3 de la tarde, ya que esto puede afectar nuestro ciclo de sueño y dificultar un sueño reparador.