El consumo regular de alimentos fritos está relacionado con un mayor riesgo de muerte por cualquier causa y muerte relacionada con el corazón, entre las mujeres posmenopáusicas, según un nuevo estudio [1] realizado al evaluar las dietas de 106,966 mujeres, de 50 a 79 años en los Estados Unidos.
Los alimentos como el pollo y pescado y marisco frito se asociaron con un mayor riesgo de muerte relacionada con el corazón, particularmente entre las mujeres más jóvenes del estudio (de 50 a 65 años de edad).Las y los investigadores sugieren que reducir el consumo de alimentos fritos, especialmente el pollo frito, pescado frito y marisco frito, podría tener un impacto positivo en la salud pública.
Hasta un tercio de los adultos norteamericanos consumen comida rápida todos los días, estudios anteriores han sugerido que una mayor ingesta de alimentos fritos se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardíaca.
Pero la evidencia sobre el riesgo de muerte relacionada con el consumo de alimentos fritos es limitada y está sujeta a mucho debate.
Para abordar esto, las y los investigadores de los Estado Unidos investigaron la asociación entre comer alimentos fritos y la muerte por cualquier causa, y en particular la muerte relacionada con el corazón y el cáncer.
Usaron datos de cuestionarios para evaluar las dietas de 106,966 mujeres, de 50 a 79 años, que se inscribieron en la Women’s Health Initiative (WHIm Iniciativa de Salud de la Mujer) entre 1993-1998 y que fueron seguidas hasta febrero de 2017.
Durante este tiempo, ocurrieron 31,588 muertes, incluidas 9,320 muertes relacionadas con el corazón 8,358 muertes por cáncer y 13,880 por otras causas.
Los investigadores analizaron el consumo total y específico de las mujeres de diferentes alimentos fritos, incluyendo: «pollo frito«; «pescado frito, sándwich de pescado y mariscos fritos (camarones y ostras)«; y otros alimentos fritos, como papas fritas, chips de tortilla y tacos.
Después de tener en cuenta factores potencialmente influyentes, como el estilo de vida, la calidad de la dieta en general, el nivel de educación y el nivel de ingresos, los investigadores encontraron que el consumo regular de alimentos fritos se asociaba con un mayor riesgo de muerte por cualquier causa y, específicamente, la muerte relacionada con el corazón: aquellos que consumen una o más porciones al día tenía un 8% más de riesgo en comparación con aquellos que no comían alimentos fritos.
Una o más porciones de pollo frito se relaciono con un riesgo 13% mayor de muerte que cualquier otra causa y un riesgo 12% mayor de muerte relacionada con el corazón en comparación con ningún alimento frito.
De manera similar, una o más porciones de un pescado o marisco se relacionó con un 7% más de riesgo de muerte por cualquier causa y un 13% más de riesgo de muerte relacionada con el corazón en comparación con ningún alimento frito.
Pero los investigadores no encontraron evidencias de que comer alimentos fritos estuviera asociado con la muerte relacionada con el cáncer.
Las mujeres que comían alimentos fritos con mayor frecuencia, con menos educación y menores ingresos. También tenían más probabilidades de ser fumadoras, hacer menos ejercicio y tener una dieta de menor calidad.
Este es un estudio observacional que solo considera a las mujeres en los Estados Unidos, Por lo que no es aplicable más ampliamente, enfatizan los investigadores.
Y explican que la presencia de «factores no identificados de confusión aún son posibles«, por lo que no se pueden extraer conclusiones firmes sobre la causa.
Pero los autores resaltan el gran tamaño y la diversidad del estudio y dicen que «hemos identificado un factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular que es claramente modificable según el estilo de vida«.
«Reducir el consumo de alimentos fritos, especialmente pollo frito, pescado frito y mariscos fritos«, concluyen[.]
[referencias]