Las alteraciones en la diversidad de microorganismos se han relacionado con problemas de salud comunes y de importancia como son la diabetes y la obesidad.
Se estima que en el cuerpo humano habitan 90 trillones de microbios que llevan a cabo procesos vitales como la síntesis de vitaminas, el aprovechamiento de nutrientes o el desarrollo del sistema inmunitario que contribuyen a mantener la salud de una persona.El microbioma humano es decir, el conjunto de genes de todas las bacterias, hongos y arqueas -organismo unicelular parecido a las bacterias- que viven sobre y dentro del cuerpo se ha convertido en un importante objeto de estudio para conocer su diversidad, los genes de estos microorganismos para determinar su influencia sobre la salud y la enfermedad.
En México, el trabajo del doctor Jaime García Mena, investigador adscrito al Departamento de Genética y Biología Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) –quien ya ha estudiado consorcios microbianos útiles en biorremediación– es pionero en este campo y le ha permitido constatar correlaciones entre ciertos cambios en la población bacteriana y afectaciones a la salud en mexicanos del tipo a las descritas por el científico estadunidense Jeffrey I. Gordon en otras poblaciones.Por ejemplo, un desbalance entre la proporción de bacterias Firmicutes y Bacteroidetes se relaciona con ciertos casos de diabetes tipo 2 o con obesidad.
“Una persona que padece diabetes tiene en promedio 36% de abundancia de bacterias Firmicutes, mientras que otra sana presenta una abundancia de 56% de estos microorganismos”, detalló el investigador.
En el caso de los Bacteroidetes –otro filo de bacterias que habitan en el tracto digestivo de los animales– se observa una relación inversa, es decir, los pacientes que sufren diabetes presentan 50% de abundancia de este tipo de microbios, mientras una persona sana tiene sólo 35%.
“Sin embargo, es necesario describir qué sucede primero: el cambio en la abundancia de bacterias da origen a la enfermedad o la enfermedad produce los cambios. Esto no es simple de responder y se tiene que estudiar más”, subrayó el microbiólogo.
García Mena expuso que en el caso de la obesidad –trastorno que afecta a la tercera parte de la población mexicana adulta– se ha observado un desbalance bacteriano similar en ensayos con ratones y en humanos sometidos a dietas para reducir peso.
Las bacterias localizadas en el colon pueden alterar procesos en el organismo humano debido a que metabolizan nutrientes y generan moléculas intermedias como el butirato, propionato y acetato, que luego son transformadas en otras moléculas pequeñas e importantes.
“Estas moléculas pequeñas tienen efectos sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo. Como también pueden ser producidas por las bacterias, entonces dependerá de cuáles de ellas tengamos el que puedan influir cambios en nuestra funcionalidad”.
El Dr. García Mena explicó que “Todo está relacionado: el tipo de microbios, el tipo de componentes microbianos que se producen, nuestra alimentación y lo que aportamos al colon para que estos microorganismos vivan ahí. Por eso, a medida que modificamos la dieta podemos modificar la funcionalidad en nuestro cuerpo“.