La presión social hacia la delgadez es una tendencia que ha prevalecido a lo largo de las últimas décadas. El libro Nature Medicine, Joint Internacional conseus stament for ending stigma of obesity, sugiere que los medios de comunicación son una fuente generalizada de sesgo de peso y pueden reforzar el estigma mediante el uso de marcos inexactos de obesidad e imágenes, lenguaje y terminología inapropiados que atribuyen la obesidad completamente a la responsabilidad personal.
A menudo observamos que las y los modelos que aparecen en la televisión, revistas y medios en general son extremadamente delgados, el mensaje es “encontrarás la felicidad si tienes ese cuerpo”, es por eso que para lograr esos objetivos se han creado varios productos y dietas “milagrosas” o pastillas que te ayudarán a “quemar grasa”.
Hombres y mujeres estamos expuestos hacia esta presión en la actualidad; la presión social es mala, porque el metabolismo y cuerpo de cada persona es diferente y reacciona de distinta manera ante la alimentación y los factores que afectan el peso corporal. El estar luchando constantemente contra un peso que nunca se ha tenido es algo desgastante o el buscar un peso o una figura de hace 10 o 15 años es complicado.
Las personas con obesidad enfrentan no sólo un mayor riesgo de complicaciones médicas graves, sino también una forma generalizada y resistente de estigma social. A menudo percibido como vago, glotón, carente de fuerza de voluntad y autodisciplina, las personas con sobrepeso u obesidad son vulnerables al estigma y la discriminación en el lugar de trabajo, la educación, los entornos de atención médica y la sociedad en general.
Niños con sobrepeso y obesidad sufren de burlas e intimidaciones basadas en el peso en la escuela. En comparación con los estudiantes de bajo peso corporal, los adolescentes con sobrepeso u obesidad son significativamente más propensos a experimentar aislamiento social y tienen un mayor riesgo de victimización relacional, verbal, cibernética y física.
También, son más susceptibles a desarrollar trastornos de salud mental, especialmente ansiedad, depresión, baja autoestima, aislamiento social, estrés, consumo de sustancias, alimentación poco saludable, trastornos alimenticios (anorexia, bulimia, vigorexia), atracones y comer en exceso emocional, además de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
Es importante que se pongan límites para que la presión social no desequilibre emocionalmente a los niños, jóvenes y por ende a los adultos; recordemos que todo comienza en casa, y con el ejemplo, si como padres sólo se quejan del sobrepeso, pero no llevan una alimentación equilibrada y no hacen ejercicio como parte de una actividad recreativa y sana, el mensaje que se envía es que esa forma de vida es para los gorditos o enfermos; crear buenos hábitos alimenticios, es una tarea de todos, en cualquier etapa de la vida.
Tips para sentirse mejor, tener una alimentación saludable y buenos hábitos
- Dejar de hablar de peso.
- Dar ideas para cocinar saludable.
- No hablar mal de nuestro cuerpo.
- Buscar cualidades de nuestro cuerpo.
- No comprar ropa con el objetivo de disimular el peso “compra lo que te guste”.
- Comprar ropa de tu talla “no una talla menos”.
- Elige la rutina de ejercicio que te guste.
- Trata de comer verduras en desayuno, comida y cena, esto incrementará el consumo de fibra, vitaminas y minerales sin pensar en que bajaras de peso por comer verduras, hazlo por salud.
- Evitar comentar el peso de alguien más que tenga sobrepeso.
- Entender los diferentes factores que afectan la obesidad como: genética, problemas hormonales, digestivos, entre otros.
¿Cómo afecta la presión social en la pérdida de peso?
Al generar estrés por lograr un peso ideal o una talla, aunado al estrés de la vida cotidiana hay incrementos en los niveles de cortisol, ésta es una hormona que favorece la producción de grasa, por lo que es importante mantener bajos niveles de estrés para lograr resultados de disminución de grasa.
En mi práctica clínica he identificado que cuando una persona quiere bajar de peso por presión social no obtiene resultados positivos, la modificación de estilo de vida tiene que ser algo consciente que traerá como resultado, la pérdida de peso y sobre todo de grasa corporal.
Como educadora en diabetes certificada y especialista en obesidad te aseguro que si comenzamos a hacer las cosas por nosotros mismos, y no por gustarle a alguien o por quedar bien con la familia, novio, esposo, amigos, y entender que la disminución de grasa corporal depende de varios factores metabólicos, genéticos y endocrinos, no sólo de lo que comemos y el ejercicio que realizamos, tu vida sería diferente. El punto es: Ser consciente de lo que comemos y bebemos, así como de la actividad que hacemos en el día a día. Y es muy importante atender la parte emocional con un profesional, para apoyo de la parte nutricional.
Por Lic. en Nutrición Jessica Lozano Martínez, EDC. Educadora en Diabetes Certificada y Especialista en Obesidad.