Entre las principales metas que las personas se proponen al iniciar un nuevo año se encuentran algunas relacionadas con el bienestar, por ejemplo, perder peso, hacer ejercicio o dejar de fumar, es decir, se plantean un año con metas más saludables.
Si bien algunas de estas metas contemplan cambios positivos en el cuerpo, no siempre están sustentadas en buenos hábitos alimenticios, acciones de autocuidado o en correctas rutinas de ejercicios, por lo que es necesario cuestionarse: ¿cómo lograr estos objetivos de manera saludable?
De acuerdo con Yisell Olmeda, licenciada en nutrición y ciencia de los alimentos, los propósitos para promover la salud física y mental deben estar enfocados en acciones diarias que, desde un enfoque de amor y autocuidado, busquen el establecimiento de hábitos saludables como:
- 1. Mejorar la relación con los alimentos;
- 2. Aprender a escuchar a tu cuerpo;
- 3. Hacer ejercicio por placer y no por castigo y,
- 4. Quitarle peso a los kilos de más, ya que éste último parámetro no es determinante en la salud de una persona.
“Es importante tener una visión más amplia e integral en torno a lo que es la salud y el autocuidado. Perder peso y ser delgado no es sinónimo de estar saludable”, señala la licenciada en nutrición, Yisell Olmeda.
La salud puede existir en diferentes tamaños de cuerpo. La restricción (dietas, retos, medicamentos para bajar de peso) dañan la salud física y mental de las personas. Si este año buscas cuidar tu salud y cambiar hábitos alimenticios es importante hacerlo desde un lugar de amor y respeto hacia tu cuerpo, aprendiendo a comer lo que tu cuerpo necesita, nutriéndolo, no restringiéndolo. La salud va más allá del físico y del peso”, comentó la especialista.
En contraste a esta recomendación, las personas optan por seguir las llamadas “dietas milagro” o someterse a rutinas de ejercicios que no están diseñadas por profesionales de la salud, situaciones que pueden poner en riesgo su salud.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) seis de cada 10 mexicanos recurren a este tipo de prácticas poco saludables y someten a su cuerpo a regímenes alimenticios que no les brindan los elementos necesarios para un correcto funcionamiento del cuerpo de acuerdo con el sexo, edad y peso.
El propio Instituto define a las dietas milagro como aquellas que prometen una pérdida de peso en poco tiempo, pero que ponen en riesgo el aporte de nutrimentos esenciales y que, incluso, contemplan el consumo de medicamentos controlados que ponen en riesgo la salud de las personas.
Como consecuencia de estas “dietas milagrosas” las personas pueden sufrir descalcificación, una baja considerable de energía, la caída del cabello, uñas quebradizas, mareos, dolores de cabeza intensos y alteraciones en la presión arterial.
Todas estas afectaciones generan trastornos metabólicos que pueden causar daños cardiovasculares, hepáticos y renales, además que afectan la estabilidad emocional de las personas pues pueden provocar crisis de ansiedad, insomnio, irritabilidad y trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia.
Con información de Doctoralia.