Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 48 segundos
Así como cuidar tu piel, meditar o alimentarte saludablemente impacta tu bienestar integral, vivir con incontinencia también requiere incorporar pequeños rituales de autocuidado que fortalecen tu seguridad y tu confianza.
La clave está en reconocer que cada hábito, por más sencillo que parezca, puede tener un efecto positivo en la forma en que vives tu día a día.
“Hoy vemos que, para quienes viven con incontinencia, la vida cambia y es necesario aprender a adaptarse a esa nueva realidad. Al mismo tiempo, descubren que al incorporar hábitos simples pueden encontrar nuevas formas de ver las cosas y sentirse más en control de su día a día”, afirma Daniel Camou, Product Manager de TENA y especialista en productos para el cuidado íntimo.
A continuación, te comparte algunas acciones prácticas que pueden ayudarte a sentirte mejor contigo y con tu cuerpo:
1. Prepara tu bolso con lo esencial
Contar con una pequeña mochila o bolso que incluya ropa interior absorbente, crema humectante e incluso un cambio ligero de ropa te brinda tranquilidad al salir de casa. Tener todo a la mano permite disfrutar de tus actividades sin interrupciones ni preocupaciones.
2. Elige prendas que te hagan sentir bien
Tu comodidad comienza por cómo te vistes. Opta por telas frescas, cortes cómodos y tonos que te inspiren. Combinar tu outfit con ropa interior desechable discreta y eficiente te ayuda a mantenerte segura/o sin renunciar a tu estilo.
3. Fortalece el control con ejercicios y hábitos
Practicar ejercicios de Kegel regularmente puede mejorar el control de la vejiga, fortaleciendo el piso pélvico. Además, seguir una rutina para programar tus visitas al baño —en lugar de hacerlo “por si acaso”— ayuda a entrenar el cuerpo y reducir los escapes.
4. Crea rituales nocturnos para un mejor descanso
Vaciar la vejiga antes de dormir, cuidar la ingesta de líquidos durante el día y usar ropa interior especializada para la noche, como el TENA® Slip Nocturno, contribuyen a evitar interrupciones del sueño. Sus materiales respirables y su alta absorción ayudan a mantener la piel seca y protegida por horas.
Completa tu rutina con una crema protectora para la zona íntima: es un paso simple que favorece la salud cutánea y promueve un descanso más profundo.
5. Hidrátate sin miedo y cuida tu alimentación
Contrario a lo que muchos piensan, reducir el consumo de agua no evita las pérdidas; al contrario, concentra la orina, irrita la vejiga y puede provocar estreñimiento. Lo mejor es beber agua natural o infusiones suaves, evitando cafeína, alcohol y bebidas energéticas.
Incluir alimentos ricos en fibra también es fundamental, ya que un buen tránsito intestinal disminuye la presión sobre la vejiga y reduce los escapes provocados por esfuerzo.
6. Sé tú, todos los días
La incontinencia no define quién eres. Lo que realmente importa es cómo decides cuidarte, cómo eliges moverte por el mundo y cómo haces espacio para tu propio bienestar.
El autocuidado no tiene por qué ser complejo: puede comenzar con un pequeño hábito diario que te conecte contigo, te devuelva seguridad y te recuerde que vivir con incontinencia también puede ser vivir con libertad.
Porque al final, la seguridad no está solo en los productos que eliges, sino también en la manera en que decides cuidarte. Y eso, es poder.