Suicidio

Se dice mucho acerca del suicidio, la verdad es una osadía hablar de este tema, porque cuando en una familia ocurre un suceso de esta naturaleza, queda un vacío y una herida muy grande, no solo porque en la mayoría de los casos es inesperado, sino porque es un acto que nunca llega a tener sentido, ni hay razón suficiente para ser justificado en el nivel de conciencia de la mayoría de las personas, de hecho es uno de los duelos más difíciles de sobre llevar.

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Mi razón para escribir del tema no es para dar un juicio acerca del tema, sino para apelar a la conciencia de aquellas personas que se han atrevido a dar su opinión al respecto y que han hecho mucho más daño que bien a las personas que están pasando por estos duelos.

Cabe aclarar que no necesariamente lo hacen de mala fe, sino que repiten lo que han escuchado de generaciones anteriores.

Hablo en nombre de pacientes que he tenido, que hubieran aminorado mucho su dolor de no haber escuchado ideas como estas: “Fue cobarde”, “Fue valiente”, “No tenía derecho a quitarse la vida”, “Se condenó”, “Como es posible que no te hayas dado cuenta”, “Estaba claro lo que iba a pasar”… etcétera, palabras más, palabras menos son estas las ideas en general. No puedo calificar de cobardía o valentía un acto así, lo que me consta es que la desesperación, la falta del sentido de vida y una depresión profunda, es una causa lo suficientemente válida para llevar a cabo un acto así para una persona que toma una decisión tan lamentable.

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Ahora súmale a esta razón que tiene que asimilar la familia, el hecho de que escuchen que el alma de su ser querido está condenada.

Tan solo visualiza si una persona que llego a un grado de desesperanza tan grande como para quitarse la vida, ¿Todavía debería merecer estar condenado, para la eternidad?

Ahora bien imagina el dolor de una pérdida de esta índole para las personas y más aún el que escuche que pudieron haberlo evitado, porque había señales.

Solo piénsalo un momento.

Creo que es importante darnos cuenta que conforme más conocemos de la vida y aprendemos de ella “Más deberíamos comprender a los demás y lo que ocurre a nuestro alrededor” ¿No te perece?

Definitivamente por las personas que ya se quitaron la vida no hay nada que hacer, pero no es el caso de las personas cercanas que sufren esta perdida, si queremos y tenemos la voluntad de apoyarlos lo único que está en nuestras manos es: estar cerca, respetar sus sentimientos y no juzgar ni a la persona que ya no está, ni a ellos, independientemente de lo que pensemos, la mejor alternativa en este caso es guardar un silencio respetuoso o recomendarles a un profesional en esta área que pueda ayudarlos.

No voy a hablar del suicidio como concepto, ni de los síntomas antes de llegar a él, porque del tema hay mucho escrito y más que en el sentido intelectual, científico, medico, social… etc, mi intención tiene un sentido humano, de conciencia, sentimientos y comprensión.

Mi experiencia en este aspecto es con procesos de duelo por pérdidas de esta índole, por lo que anteriormente solo he expresado el sentir de mis pacientes y por este medio pretendo concientizar y sensibilizar corazones capaces de ser empáticos, no solo para que sean comprensivos, sino para que se den cuenta que todos somos vulnerables en momentos difíciles y que pueden perder el rumbo y sentido de su vida.

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Nadie puede asegurar totalmente que sus reacciones no los lleven a tomar decisiones tan desesperadas como para quitarse la vida, sé que esto suena muy fuerte y poco creíble, pero hay casos de suicidios de gente que aparentemente no tenía motivos para realizar una acción de esta naturaleza y tampoco podemos asegurar que no ocurra dentro de nuestro entorno familiar, pareja, amigos, vecinos… etcétera.

Si bien es cierto que en los hogares donde a pesar de las dificultades se llega a acuerdos, se apoyan y se sienten amados es menos probable que se dé el suicidio, todos somos vulnerables a este hecho.

Recuerda siempre ponte en el lugar de los demás para comprender las situaciones difíciles por las que atraviesan y principalmente no Juzgues a nadie, porque nunca sabes en qué posición te va a poner la vida.

Imagen cortesía de KochPhoto



Escrito por

La mujer que escribe desde el corazòn

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