¿Vives con diabetes? 5 datos que debes conocer sobre los riesgos de las inyecciones intramusculares al aplicar la insulina
El primer paso para llevar a cabo un adecuado manejo de la diabetes, incluso empezarlo, es recibir un diagnóstico oportuno. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 sobre COVID-19, la prevalencia de diabetes diagnosticada fue de 10.4%, no diagnosticada fue de 5.4% y total fue de 15.8%. Así, 36% de los adultos con diabetes desconocen su condición.
Para no poner en riesgo los niveles glucémicos de los pacientes con diabetes, y así evitar las temidas complicaciones relacionadas con ello como pérdida de la visión, daño renal, pie diabético, e incluso la muerte, es preciso tomar acción lo antes posible, por lo que educadoras en diabetes fomentan la insulinización temprana.
Y no sólo eso, sino también su correcta aplicación, lo que implica evitar a toda costa las inyecciones intramusculares.
Arlette Ramírez, educadora en diabetes de BD Ultra-Fine™, menciona que “el médico tratante es quien debe prescribir el uso de insulina, en cuanto al tipo de insulina y dosis necesaria, pero también debe enseñar al paciente a aplicársela correctamente para que el tratamiento sea efectivo”.
“El apoyo del profesional de la salud en la educación en diabetes es fundamental en este aprendizaje para que el paciente adquiera los conocimientos y las herramientas necesarias para alcanzar su objetivo de control”.
Y es que un desatino frecuente en las personas que se encuentran bajo terapia de insulina es que no son entrenadas correctamente para hacer una aplicación correcta, ya sea porque no utilizan los insumos e instrumentos apropiados y/o desconocen la técnica adecuada, entre otros factores, explica la experta.
“Por ejemplo, una inyección intramuscular representa un peligro para el control de los niveles glucémicos del paciente debido a la disparidad en los tiempos de acción de la insulina con los horarios establecidos en su plan de cuidado para comer o realizar algún ejercicio físico”, agrega Ramírez.
Otros riesgos a la salud por una indebida inyección intramuscular de insulina son:
- Hipoglucemias inexplicables
- Variabilidad glucémica constante
- Retraso en la regularización de niveles de glucosa saludables
- Desconfianza hacia la insulina por creer que es ella la que no funciona
- Desarrollo de complicaciones relacionadas con una diabetes no controlada
¿Cómo evitar todo esto y lograr una terapia de insulina exitosa?
De acuerdo con Arlette Ramírez, las recomendaciones internacionales para una técnica de inyección correcta de insulina incluyen, entre otros lineamientos, que se utilicen los instrumentos adecuados que faciliten (y garanticen) una inyección subcutánea, pues es ahí donde la insulina actúa de la forma esperada.
Esto se traduce en utilizar aguas ultra finas y cortas, de 4mm para plumas precargadas y 6mm para jeringa convencional. Estas medidas reducen de manera importante la posibilidad de llegar al músculo en comparación con otras longitudes de agujas para insulina.
“Cualquier tipo de insulina debe depositarse en el tejido subcutáneo ya que es ahí donde se absorbe a una velocidad estable, medible, predecible y mantenida, lo cual permite asegurar un efecto sostenido del medicamento”, refiere la educadora en diabetes.
“Ya sea como primer acercamiento o como una actualización de conocimientos, recomiendo a todos los pacientes afinen sus destrezas en la aplicación de insulina con su médico tratante y equipo de profesionales de la salud para conseguir y mantener una excelente calidad de vida”, finalizó la experta.
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