Técnicas terapéuticas para el manejo del dolor crónico

Conversamos con un investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quien encabeza una investigación sobre técnicas terapéuticas para apoyar a pacientes con enfermedades como fibromialgia, lupus y otros padecimientos que implican severos dolores.

mujer con dolor crónico de espalda
Son alentadoras las técnicas terapéuticas que se están probando en centros de investigación del Instituto Politécnico Nacional México y la UNAM para ayudar a mitigar el dolor crónico que sufren pacientes con diferentes enfermedades.

El dolor es una respuesta natural del cuerpo que nos alerta cuando algo no está bien en nuestro organismo; es una señal que nos da el cuerpo para avisar que hay alguna parte lesionada o dañada. Sin dolor sería difícil percatarnos de que existe una afección en nuestra salud que requiere tratamiento.

Así lo explica, en entrevista, el maestro Gerardo Leija Alva, docente del Instituto Politécnico Nacional (IPN) e investigador del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud, (CICS), quien encabeza una investigación en el CICS sobre técnicas terapéuticas para apoyar a pacientes con enfermedades autoinmunes y otros padecimientos que implican severos dolores.

El investigador señala que cuando se trata de dolor agudo éste aparece de repente, debido a una enfermedad, lesión o inflamación, y por lo general cuando es diagnosticado y tratado, desaparece.

En el caso de personas con dolor crónico, precisa el maestro Leija, el organismo empieza a mandar señales en alguna parte del cuerpo donde no hay un daño visible, lo que implica que hay dolor constante aunque no exista una lesión. Este dolor crónico se presenta en pacientes con enfermedades autoinmunes como lupus o fibromialgia.

“En el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), estamos probando con muy buenos resultados, técnicas llamadas, psico-fisiológicas, a través de programas piloto con pacientes que padecen lupus eritematoso y fibromialgia, respectivamente”, indica el maestro Leija.

Explica que la intervención se focaliza en trabajar las diversas situaciones emocionales por las que atraviesan las pacientes con su enfermedad, así como las fisiológicas que tienen que ver con el funcionamiento de su cuerpo.

Lo que se ha visto en pacientes con lupus, comenta el especialista, es que uno de los factores que desencadenan sus crisis y exacerban el dolor, es el estrés; en este sentido la estrategia que se está trabajando con las pacientes es enseñarles técnicas que les ayuden a que el cuerpo se relaje.

La intervención se focaliza en trabajar las diversas situaciones emocionales por las que atraviesan las pacientes con su enfermedad, así como las fisiológicas que tienen que ver con el funcionamiento de su cuerpo.

Técnicas terapéuticas

Entrenamiento Autógeno

El Entrenamiento Autógeno, es una de las técnicas que estamos utilizando, explica Leija, la cual consiste en que la paciente exprese frases relacionadas con sensaciones; por ejemplo, hay una frase que dice: “siento mis manos calientes” o “siento que mis manos están calientes o “mis brazos están calientes, la paciente es capaz de sentir ese calor y lo que realmente está sucediendo es que hay una vasodilatación, un cambio a nivel corporal en el que las arterias se dilatan y esto hace que la sangre fluya más rápidamente generando que haya más calor en las manos. Éste, es un indicador de que estamos relajados, cuando hay estrés o tensión tendemos a tener las manos frías, afirma el investigador.

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Otra frase es: “Siento pesado mi cuerpo”, lo que se busca con este ejercicio es que los músculos se relajen; otro ejercicio que se pide es que la persona sienta su respiración o sus latidos cardíacos, esto ayuda a generar cambios a nivel corporal y fisiológico, señala Leija.

Estas frases son escuchadas por las pacientes, a través de un audio que oyen dos veces al día durante tres semanas, una vez pasado este periodo reportan menos dolor, menos crisis de ansiedad, depresión y tristeza, además de lograr una mejor relación con su familia y su entono”.

Terapias cognitivo conductual

Para pacientes con fibromialgia, la técnica se llama, terapia cognitivo conductual, “que se enfoca en cambiar las ideas o los pensamientos ya que un tema que se da mucho en las pacientes con esta enfermedad son los pensamientos catastróficos, asevera el maestro Leija”.

Se ha encontrado que estas pacientes desarrollan pensamientos negativos, asegurando de que todo sale siempre mal; el problema de que ellas piensen de esa manera es lo que genera que el dolor que presentan en su cuerpo sea mayor y esto las incapacita para desarrollar sus actividades cotidianas”.

 Leija Alva detalla que el programa piloto con pacientes con fibromialgia, se trabaja con dos grupos, el primero con la terapia cognitivo conductual que les ayuda a cambiar los pensamientos negativos o catastrofistas y el otro con técnicas de respiración.

La UNAM y el IPN llevan a cabo diferentes protocolos de investigación sobre el manejo del dolor crónico con muy buenos resultados.

Técnicas de respiración

“Con el otro grupo de pacientes con fibromialgia estamos trabajando con la técnica llamada, respiración diafragmática, que consiste en ejercicios de respiración utilizando el diafragma (músculo ubicado en la parte baja del estómago).

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La persona toma aire echando el estómago hacia el frente, ese movimiento permite que ingrese mayor cantidad de oxígeno.
Cuando la persona saca el aire se le pide que lleve el estómago hacia atrás permitiendo sacar el bióxido de carbono”. Las pacientes son entrenadas para que realicen esta actividad durante una semana, precisa.

Clínica de Respiración Rítmica

Posteriormente se enseña otra técnica llamada, Clínica de Respiración Rítmica, donde se enseña a las pacientes a respirar por tiempos:

  1.  Tomar aire durante cuatro segundos;
  2. Retenerlo durante un segundo;
  3. Exhalar durante 4 segundos.

Tanto la respiración diafragmática como la respiración rítmica ayudan a:

• Disminuir la sensación de dolor;
• Regular la frecuencia cardíaca;
• Regular la presión arterial.

Las pacientes entran en un estado de relajación, ayudándolas a responder de manera más adecuada a situaciones que las alteran, expresa Lieja.

Asimismo, puntualiza, han reportado que pueden dormir mejor, que el dolor está ahí pero que lo pueden manejar de una manera más adecuada y que han mejorado la comunicación con su familia y las relaciones sociales.

Y es que, desataca el experto, el apoyo social es un factor muy importante para las pacientes debido a que se ha visto que las personas que se aíslan, que se sienten solas o tienen poca interacción social tienden a debilitar su sistema inmune, asevera el investigador.

Escritura expresiva

Esta técnica fue desarrollada originalmente por el psicólogo estadounidense, James W. Pennebaker, pensada para las personas que ante un evento traumático tienden a guardarse sus emociones.

El maestro Leija recuerda que después de varias investigaciones, el doctor Pennebaker encontró que las personas que no expresan emociones causadas por eventos traumáticos, generan a largo plazo, alteraciones en su sistema inmune, en su pensamiento y en la toma de decisiones.

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El Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud, (CICS), está trabajando con la técnica denominada Escritura Expresiva que consiste en escribir durante 20 minutos las emociones, sentimientos o sensaciones que habitualmente no expresan las pacientes.

A través de 4 ejercicios las pacientes logran expresar aquellos sentimientos que no han podido externar y ubican cómo las han afectado.

  1. Se les solicita escribir en primera persona: “Yo sentí”, “Yo pensé”…
  2. Se les pide escribir sobre lo mismo pero ahora ayudadas de una lista de palabras, positivas, negativas y de enlace, la idea es que la persona empiece a escribir y revise si alguna de esas palabras le puede servir para describir el sentimiento o emoción que tiene; eso facilita que pueda ubicar esa emoción.
  3. Se pide escribir en tercera persona lo que le permite que vaya ubicando la situación en pasado: “Ella sintió”, “Ella pensó”, “Cuando aquello pasó”… dejándolo en el pasado.
  4. La paciente escribe qué aprendió y qué puede rescatar de esta experiencia.

En México, además del Instituto Politécnico Nacional, la UNAM también está haciendo lo suyo en este ámbito. Es de destacar que el doctor Benjamín Domínguez es el pionero de la técnica de escritura reflexiva en nuestro país, misma que aplica en el Grupo de Investigación Clínica “Mente-Cuerpo” de la Facultad de Psicología de la UNAM con pacientes que sufren de dolor crónico, estrés postraumático, hipertensión, asma y cáncer, donde se aplican también diferentes protocolos de investigación al igual que en el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud, (CICS), del Instituto Politécnico Nacional.

 

 

Imagen cortesía de Depositphotos



Escrito por

Editora y periodista especializada en periodismo en salud. Socia Fundadora de Plenilunia desde 2004. Editora de revistas como Plenilunia, Diabetes Hoy, así como publicaciones especializadas para la industria farmacéutica. @GabXochiteotzin

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